martes, 16 de abril de 2013

CRÓNICAS DEL CAMINO DE SANTIAGO DEL IES SÉNECA DE CÓRDOBA


CRÓNICAS DEL CAMINO DE SANTIAGO DEL IES SÉNECA DE CÓRDOBA






Por José María de la Torre





EL IES SÉNECA PREPARA SU “CAMINO DE SANTIAGO”


Con mimo, entusiasmo y un cierto grado de incertidumbre (por lo que a un reto de esta naturaleza corresponde), el IES Séneca de Córdoba está preparando la realización del “Camino de Santiago”, cuyo inicio está previsto para la primera semana de abril próximo, desde tierras de Sarria, a donde se desplazarán unos 800 alumnos del centro acompañados de sus profesores, partiendo de Córdoba. El recorrido será de unos 120 kilómetros, hasta llegar a Santiago de Compostela, repartidos en seis etapas.

Con tal motivo, sin colisionar con el desarrollo normal académico del centro, los alumnos están desplegando una actividad febril en su minuciosa preparación, impropia de la marea poco edificante que está barriendo a nuestra sociedad, en la que valores como el esfuerzo, el espíritu de sacrificio y la solidaridad parecen estar trasnochados.

El proyecto queda encuadrado dentro de un marco más amplio que comenzó ya en el año 2000, donde tuvieron cabida actos como “La Carrera Séneca”, o la “Lectura ininterrumpida de El Quijote”, etc. Por ello, junto a los valores antes mencionados, con la realización del “Camino de Santiago” se pretende fomentar los del goce de libertad al aire libre, la intensificación de los ya adquiridos y el despliegue de sentimientos hacia la naturaleza, a la que, como pequeños zahoríes, debieran escudriñar palmo a palmo, así como el conocimiento del patrimonio artístico, histórico, cultural y lingüístico-literario gallegos.

Por último, la Dirección, el Claustro de Profesores y la Comunidad Educativa en general del IES Séneca son conscientes de que una tarea de esta índole es imposible llevarla a cabo sin la suma del esfuerzo de otros colectivos e instituciones. Por tal motivo se esperan ayudas de todo tipo: intendencia, logística, médica, personal, etc., para que el entusiasmo y los anhelos de estos jóvenes estudiantes no se vean truncados.




Córdoba, 29 de enero de 2006.








EL IES SÉNECA DE CÓRDOBA INICIA HOY EL CAMINO DE SANTIAGO



            En el salón de actos del IES Séneca de Córdoba tuvieron lugar ayer 31, viernes, a las 10,30 h, los actos de inauguración de la marcha del “Camino de Santiago”, que con tanto pormenor, esmero y entusiasmo se han venido programando, desde que hace algunos meses se ideara el proyecto. Hoy, pues, comienzan el reto y la aventura de unas 500 personas, entre alumnos, profesores y personal no docente, que partirán por la tarde en autobús a tierras de Galicia, a cuya capital, Santiago de Compostela, tienen prevista su llegada el día 8 de abril, después de recorrer a pie unos 120 kilómetros.
            El acto fue presentado por la jefa del departamento de Actividades Culturales doña Julia López, quien dio la bienvenida a los asistentes y trazó el eje vertebrador del acto. Luego, el director del centro, don José Luna Jurado, en presencia de autoridades, como delegados de distintos departamentos de la Junta de Andalucía e instituciones locales, personal de empresas cordobesas y público en general, que, junto con alumnos y profesores, abarrotaron el salón de actos del centro para despedir y arropar a los peregrinos, afirmó, como principal responsable de este acontecimiento, que planes de esta naturaleza le han embargado zozobra, incertidumbre, desasosiego, inquietud y temor durante un tiempo, pero no en menor medida le producían a la vez sentimientos de alegría, satisfacción y gozo por haber contado con un equipo que ha trabajado con denuedo desde que se gestó la idea. Por ello, hoy, con la ayuda material, logística, administrativa, etc., de las distintas administraciones, empresas e instituciones tanto cordobesas, como provinciales y nacionales, el desafío es un poco menos arriesgado. Ahora, lo único que todos deseamos es que nuestros alumnos aprendan del reto que se les pone por delante en ese largo caminar, pues son ellos portadores de valores e incluso, en cierto modo, portavoces de la capitalidad cordobesa 2016. En consecuencia, sigo pidiendo, todavía, -continuó diciendo- “un último esfuerzo y sacrificio para que estos días sean grabados con letras de oro en las memorias de estos alumnos cuya experiencia, sin lugar a dudas, nunca será borrada de sus mentes”.
            A continuación, intervinieron los distintos representantes de las diferentes Administraciones, como la delegada de Educación de la Junta de Andalucía, quien expresó que siempre que viene al instituto y contempla actos así cree en la enseñanza pública. Deseó “un buen Camino” a todos los peregrinos, incluyéndose ella también, ya que contempló la posibilidad de hacer la última etapa del Camino con el instituto. De manera semejante, el resto de las autoridades les expresó a los peregrinos “un buen Camino”.
            Tras este acto, los alumnos con sus profesores marcharon a la Mezquita, pasando por diversas avenidas y calles cordobesas, para cerrar esta jornada inaugural. El Patio de los Naranjos, cuyo azahar pone ya su nota particular de color y olor, fue testigo simbólico de la partida del instituto Séneca hacia Santiago.
            La marcha a Sarria será hoy, 1 de abril, por la tarde, adonde está previsto que lleguen mañana a las 8, desde donde comenzarán el “Camino de Santiago”, luego de pasar la noche en autobús y tomar fuerzas con un suculento desayuno. La primera etapa se culminará una vez se alcance Portomarín, a unos 24 kms del punto de partida.



Córdoba, 1 de abril de 2006.









 Archivo personal







AL FIN, EN PORTOMARÍN


            El Fontanar, con una multitud de miradas expectantes, nos despide bajo un sol que más se acerca al sol caliente de junio que al de abril. Alguna lágrima sale, pero con disimulo o por pudor se esconde en el pañuelo.
         A las 7 de la tarde en punto se da la orden de salida. Inusual en esta clase de eventos. En seguida enfilamos rumbo a Madrid. Después de dejar el verde mar de los trigales de la campiña cordobesa, divisamos el verde olivar jiennense, que cantara A. Machado en uno de sus memorables poemas. La tarde se va cerrando paulatinamente con una tibia, suave y amarillenta luz hasta dejar tierras del Santo Reino. Llegada ya la noche, nos adentramos en la extensísima Mancha.
            Cuando la noche nos arropó definitivamente, en un “sincerrar” y abrir de ojos, así como en un continuo trasiego, nos acogió Galicia con una fina y templada llovizna, pero extrañamente desapareció a lo largo de la jornada, dejándonos un día primaveral gallego. En Sarria vimos de nuevo la luz. Una luz mortecina pero alegre a la vez. Aquí repusimos fuerzas con gran entusiasmo y apetito, y en un orden no acostumbrado comenzamos nuestra primera etapa jacobea. Durante el recorrido que va de este punto hasta Portomarín los peregrinos “senequistas” disfrutaron de lo lindo, ya contemplando pacer las vacas, ya admirando el verde paisaje y tierras repletas de robles, jacintos, madreselvas trepadoras por los alegres y risueños cerezos en flor, mas ¡qué distintos de nuestros cerezos floridos andaluces!
            No ajena a este ambiente y paisaje gallegos está aquella nota musical de la lengua gallega oída a campesinos que estoicamente trabajan sus tierras y alegremente guían el ganado con sus silbos amorosos.
            La oleada matinal de los alumnos llegó con alborozo a la vez que con un cansancio que se reflejaban en sus rostros esperando a que la noche extendiera de nuevo su manto para arrullar y acunar a los peregrinos cordobeses y continuar su Camino de Santiago. ¡Ánimo, campeones!









Portomarín, 2 de abril de 2006.





DE PORTOMARÍN A PALAS DE REI


            Duchados y limpios como una patena, en una amplia plaza que sirvió de mesa, adornada con un mantel verde bordado con margaritas de corolas amarillas y blancas, y presidida por la fortaleza y robustez de la iglesia románica de Portomarín, otrora ubicada en la parte baja del pueblo, los alumnos, profesores y personal no docente se dispusieron a tomar el tan deseado refrigerio para poder culminar la dificultosa y dura etapa que se presentaba.
            Hacia las 9,30 h del día 3 emprendieron el camino a Palas de Rei. Antes de la partida, el gran animador de este peregrinaje, Antonio Bravo, arengó, cual si de un capitán se tratara, a los alumnos para insuflarles en sus ánimos fuerza y coraje, y poder así superar la etapa. Él bien sabía que el día iba a suponer la primera gran prueba de fuego, porque la carencia del confort doméstico y el calor del hogar, además de los 24 kms que se ponían ante sus pies, serían elementos que socavarían sus ya decaídos espíritus.
            El tramo presentó una orografía muy desigual. De los 24 kms de que constaba, 20 picaban hacia arriba. Tierra y asfalto se combinaron, sin saber a ciencia cierta cuál de los dos fue mejor. Durante el trayecto, el paisaje con sus hórreos, castros, árboles de toda especie, cultivos y prados, con lavaderos públicos y comunales, signo aún de la sociedad rural gallega, con algún que otro magnolio, que daba una nota de color blanco rojizo al incipiente trigal verde, y que da una idea perfecta de la Galicia de Rosalía de Castro, era un bálsamo para los ojos del peregrino “senequista”.
            Cuando llevaban casi la mitad del camino, en un prado tachonado de la flor amarilla del tojo (el toxo gallego) y del morado malva del brezo, se dispusieron a almorzar en un poblado llamado Ventas. En torno a las 5 de la tarde reemprendieron la marcha. Todavía faltaban unas horas para que los peregrinos pudieran divisar Palas de Rei, el burgo de construcciones románicas y de un sinfín de pazos, cuya sola presencia seguramente forzarían al peregrino a evocar la memorable obra de la escritora doña Emilia Pardo Bazán, por lo que sus novelas serán un atractivo más para leer ahora con conocimiento de causa.
            Ya sobre las 8 de la tarde, todos los peregrinos pudieron alcanzar el objetivo. Inmediatamente se hospedaron en un polideportivo bastante atrayente y confortable. Después de una merecida y relajante ducha y una abundante cena, los alumnos peregrinos se dispersaron por los amplios campos verdes. Seguramente, en esas horas de asueto y descanso comentarían las pequeñas incidencias y anécdotas de su caminar. Ellos se merecen nuestro aplauso y reconocimiento.
            ¡Mañana, la tercera etapa! ¡Ánimo! ¡Ya queda menos!


Palas de Rei, 3 de abril de 2006.




DE PALAS DE REI A MELIDE


Un cielo casi cubierto nos ha despertado en Palas de Rei. Por la noche hubo -según rumores fundados- una nochecita algo “movidita”. (Es algo natural en un grupo tan numeroso.)
Aparte de esta anécdota, que debe ser recogida en esta crónica para dar cumplida noticia de la realidad, mientras escribo estas líneas, caen del cielo unas tímidas gotas, quizá preludio o presagio de la lluvia que hoy pronostican los partes meteorológicos. Luego, hizo un día con nubes y claros, hasta que la lluvia hizo acto de presencia para refrescar un poco el camino. Esto sucedía ya cerca de Melide, en torno a las 5 de la tarde.
Antes de la salida para Melide, según viene siendo habitual en el peregrinaje del IES Séneca, el jefe de estudios aleccionó a los alumnos, pero esta vez para recriminar y afear la conducta que habían tenido algunos durante la noche. Les recordó que el espíritu del peregrino debe ser el del sacrificio y la solidaridad, “pues hechos aislados como los de anoche” -dijo- deslucen estas jornadas. También apeló, una vez más, a la camaradería y aconsejó a que salieran “los listillos y valientes” a pedir perdón.
Cuando la mañana iba ya avanzada, se dio la orden de salida, no sin antes haber recogido los víveres para almorzar en un alto del camino. La etapa se presentaba corta, aunque la amenaza de lluvia aconsejaba caminar con paso decidido. El sendero de Palas de Rei a Melide, enlosado en un principio, y asfaltado y terrizo después, discurría por un paisaje rodeado de cultivos y monte bajo, aunque de cuando en cuando aparecía algún alcornoque. Por acá y allá, el boj, los brezos, los pinos y fresnos, el laurel en flor, y otra dispar vegetación ornamentaban el verde campo. Su color y aroma eran un descanso para los ojos y un alivio o inyección para unas fuerzas que empezaban a desmayar y a mermar los inciertos pasos de algunos peregrinos, por las ampollas que hacía tiempo aparecieron.
En un lugar llamado Coto, rodeado de una delicada hierba, se almorzó. Ya quedaba muy poco para llegar a Melide. De nuevo, se continuó el peregrinaje. Por Furelos pudieron admirar los peregrinos un delicioso río de puras aguas cristalinas. Un precioso puente romano fue otra sorpresa en la jornada. En la parroquia del pueblo se realizó otro alto para contemplar su famosa imagen de Cristo. Allí, su titular dio una particular interpretación teológica de la figura.
Pasado Furelos, alcanzamos Melide, pueblo ganadero, y rico al decir de sus habitantes, en el que el románico de sus iglesias contrasta con el auge económico y moderno de la ciudad. Sus lugareños están muy orgullosos de poseer el cruceiro más antiguo de toda Galicia. A continuación, se dirigieron al punto de llegada: el grandioso y extensísimo Palacio de Congresos y Exposiciones, que nos da la bienvenida. Bastantes alumnos, al entrar en él, dijeron: “Esta noche dormimos en un hotel de cinco estrellas”.

Melide, 4 de abril de 2006.





DE MELIDE A ARZÚA


Noche de lluvia, que en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Melide resuena con potente fuerza, como si quisiera romper el techo. Noche tranquila, no obstante.
A las 7,30 h, casi de alba, se levantaron los alumnos. Se desayunan. Tienen buen apetito. Comen de manera copiosa para poder soportar esta antepenúltima etapa que discurrirá entre Melide y Arzúa. Esta vez caminarán los peregrinos del IES Séneca unos 13 kms. Parecerán pocos, pero a estas alturas…
Sobre las 10 h, el jefe de estudios reúne a los peregrinos (alumnos, profesores y personal no docente). Hoy no ha habido filípicas que valgan, como las de ayer, sino parabienes y felicitaciones, aunque no perdió la ocasión para recordar a los alumnos alguna conducta que deslució la jornada. Quiso cerrar heridas, diciendo que “todo el mundo ha de estar pendiente de todo el mundo”, y que en momentos como estos es cuando “hay que dar la talla”. También informó sobre el trazado del trayecto que había de ser andado por los peregrinos. En este instante (por lo que se ve hubieron de estar departiendo momentos antes) se irguieron seis alumnos, en representación de cada nivel educativo, para pedir perdón a los profesores y a sus compañeros, y entonar un mea culpa por la conducta ya referida. A acto tan noble se les respondió con una salva de atronadores aplausos. Además, resultó que, como hoy era el cumpleaños de los alumnos Luis Rabadán, y de Blanca y Dalila Guzmán (2º de bachillerato), y de Miguel Pino (3º ESO), y de Noel González (1º ESO), se les felicitó y agasajó con una riquísima tarta y regalos, además de cantarles el tan conocido Happy day for your. Gesto tan sencillo y tan familiar les emocionó, máxime estando fuera de casa. Tras este preámbulo empezó la marcha.
El trayecto de hoy corría paralelo a la CN 547, en muchos de sus tramos. Algunos de ellos estaban escoltados por una arboleda feraz, cuyo verdor y frescura se sentían en el rostro del peregrino. Cuando anduvieron un buen trecho, en un paraje cercano a Boente, hicieron un alto para tomar un piscolabis para aliviar los ya estómagos vacíos. Allí, en aquel paradisíaco paraje, cuando el parloteo humano aminoraba o cesaba, se hacía un silencio que sólo era roto por las corrientes de regatillos, riachuelos y el río Boente, así como por el piar de los gorriones, el graznido de las negras cornejas, y el canto de los ratoneros y los mirlos. Después, algunos de los peregrinos, a su paso por la pequeña, recoleta y preciosa iglesia de Santiago sellaron su “Compostela”. En su libro de firmas, pudimos leer sorprendidos: “Compañeros del Instituto Municipal de Deportes de Córdoba en apoyo de los alumnos del IES Séneca de Córdoba. ¡Ánimo! Y buen Camino.”.
Muy cerca ya de Arzúa, en Ribadiso, a orillas del río Iso (repárese en el topónimo), almorzaron los peregrinos. Caen unas gotas que los asustan. El atuendo rojo se torna ahora azul para guarecerse de la lluvia. Hasta llegar a Arzúa, ciudad agrícola e industriosa, cuyo afamado queso la hace más universal aún, los peregrinos, a lo lejos, parecen una marea azul cuyas olas se mueven al ritmo del movimiento de las capas azules impermeabilizadas. Allí los esperan los autobuses que han de retornarlos a Melide, donde de nuevo pernoctarán. Algunos comentan que ya sólo faltan unos 50 kms para llegar a Santiago. Y otros, pero nos sobran ánimos, porque nuestras ganas mueven nuestras piernas.



Melide, 5 de abril de 2006.










Archivo personal


DE ARZÚA A ARCA DO PINO


El día ha amanecido nublado, lo que no es extraño en Galicia. Después, ha brillado el sol. Los alumnos se han levantado a la misma hora de todos estos días. Desayunaron opíparamente. Recogieron el equipaje con prontitud, dejando su “dormitorio” limpio y ordenado. Y de tal modo el comportamiento resultó en estos tiempos que corren motivo de atención, o extraño, que el personal del catering que les ha estado sirviendo la comida hasta hoy se ha quedado asombrado “de lo educados que son estos chicos y del orden observado mientras les íbamos repartiendo tanto el desayuno, como la cena”, dijeron a quien estas líneas escribe, al ver que estábamos tomando unas notas en el cuaderno. Y siguieron comentando: “su conducta contrasta con la experiencia que tenemos de otros chicos que también vinieron a hacer el Camino de Santiago, a pesar de ser grupos menos numerosos que los de ustedes”.
Antes de partir para Arzúa, en autobús, y de que el jefe de estudios diera las consignas del día a los alumnos peregrinos, escucharon un fandango de uno de los conductores de los autobuses que los acompañan en el Camino. Todo el mundo aplaudió y agradeció dicha atención. Inmediatamente, se dispusieron a atender a don Antonio Bravo, quien dio unos cuantos consejos para la marcha e informó del perfil de la etapa.
En torno a las 10,30 h salió la cabeza del grupo para realizar el trayecto que va de Arzúa a Arca do Pino, que, en bastantes momentos, discurre afín a la CN 547. En los espacios en que el Camino se separa de esa vía y se deja el asfalto, manchas de robledales y repoblaciones de pino, eucaliptos y toda suerte de plantas y flores animan a abandonarse a la Naturaleza, y a aprender del estornino, de la golondrina, del “carrizo”, del canario, del azor, o de la paciente vaca, que no saben del tiempo y viven en libertad.
En algún momento, sobre todo en caminos estrechos y veredas, los peregrinos serpentean moviéndose como si formaran un río, hasta que, de pronto, en una parada, como la que llevaron a cabo en Fontelas, para nivelarse, tomaron la forma de una muralla humana.
Cuando anduvieron algunos kilómetros, en O Pino hicieron una nueva parada para reponer fuerzas. Nunca creerían que iban a ver los pocos habitantes de aquel lugar tantísima gente junta. No salían de sí al comprobarlo con sus propios ojos. Aquel acontecimiento era tan poco habitual y tan raro que el dueño del bar Lino rogó que, para que le creyeran sus vecinos que había ganado 600 € en tan sólo unas horas, se le remitiera una fotografía del grupo mientras descansaban en aquel bucólico paraje, donde la flor amarilla del grelo, así como su verde y fina hierba invitaban a detenerse más tiempo.
Desde O Pino hasta el sitio llamado Santa Irene recorrieron otros cuantos kilómetros. Aquí, otra parada. Almorzaron alrededor de las 5 de la tarde. Mientras este cronista y su acompañante esperábamos a que llegaran al lugar los peregrinos del IES Séneca, otro grupo de peregrinos de un Colegio de Madrid preguntó si quedaba mucho para llegar a Pedrouzo. Les respondimos que no, que estaba ya cerca, a unos 3 kms. Seguimos charlando algunos minutos más, y nos preguntaron de nuevo -también lo hizo el día de antes un profesor de otro grupo de Madrid- cómo se había podido organizar un peregrinaje con un grupo tan enorme. Habiéndoles contestado, nosotros les interpelamos también por las condiciones de su peregrinación. Y repusieron: “No como los suyos, a pesar de que nosotros hemos contribuido al viaje con 270 €”. Continuaron su marcha. Nos despedimos, no sin antes haberles deseado un “buen Camino”.
Sobre las 6 de la tarde volvieron a ponerse en marcha. A muy poco alcanzaron Pedrouzo (El Pino), donde, por hoy, acabó su peregrinar. Mas todavía les quedaba un largo trecho para llegar al Polideportivo de Bertamiráns. El desplazamiento fue en autobús. Tantos autobuses escoltados por un ordenadísimo, calculado y estudiado despliegue policial, constituyó un espectáculo insólito para estas gentes rurales gallegas e incluso para las de las grandes poblaciones por donde pasaban.
            Cuando los peregrinos tomaron posesión de su “nueva casa”, se oyó comentar a algunos que mañana sería la sexta etapa y que pronto se convertirían en otro lazo de unión entre las diversas culturas y religiones que han pasado por estas tierras gallegas, aunque también comentaron que los compañeros que se han quedado en Córdoba, gracias a la excelente labor, cuidado y desvelo de los profesores que optaron por permanecer en el instituto impartiendo sus clases, ya disfrutaban de las vacaciones de Semana Santa. Pero otros terciaban diciendo: Si unos no se hubieran quedado en Córdoba trabajando, y si nosotros no nos hubiéramos decidido a hacer el Camino de Santiago, no habría sido posible trazar el puente de unión entre Córdoba y Santiago.





Bertamiráns, 6 de abril de 2006.





DE ARCA DO PINO A MONTE DO GOZO


Cubierto todo el día. No ha habido consignas por parte del jefe de estudios, tan sólo ordenó a los alumnos peregrinos que se subieran a sus respectivos autobuses para conducirlos desde Bertamiráns hasta Pedrouzo (El Pino) y poder continuar haciendo el Camino desde ese lugar hasta Monte do Gozo (San Marcos).
No obstante lo dicho con anterioridad, Antonio Bravo, como de costumbre, reunió a los peregrinos y les animó a superar el tramo de hoy, pues si son capaces de vencerlo habrán realizado prácticamente el Camino de Santiago. A las 10, 45 h dio la orden de salida.
El trayecto de hoy ha carecido de interés paisajístico, aunque el peregrino pudo encontrarse, a lo largo de los primeros kilómetros de que consta, con zonas de eucaliptos y prados, que suavizaban un poco el esfuerzo que realizaron al subir dos fuertes cuestas. En Sampayo, en las inmediaciones del aeropuerto santiagués, hicieron los peregrinos una parada para descansar y tomar una ligera colación. En torno a las 13, 30 h volvieron a peregrinar hasta llegar a Monte do Gozo. El tramo, desde Sampayo hasta Monte do Gozo, transcurre por terrenos donde la mano del hombre se ha hecho presente. ¡Adiós al paisaje bucólico e idílico de las etapas anteriores!
El almuerzo se hace a las 4 de la tarde en una colina dominada por el monumento dedicado a Juan Pablo II con motivo de su peregrinación a Santiago de Compostela. Desde el punto más alto se puede divisar conjuntos de pinos y de eucaliptos plantados sobre un tapiz verde salpicado de menudas florecillas y el amarillo del tojo. En la lontananza puede contemplarse las agujas de la catedral y la ciudad de Santiago. Tras la comida, muchos peregrinos, llevados por la tradición, tiraron las piedras, como exvotos, a lo alto del monumento; otros, de menor acierto, las depositaban en un cestillo, cuidando de que no se cayeran.
Después, a unos pasos del lugar, arribaron a las muy espaciosas y majestuosas instalaciones del albergue. Acogidos, duchados y cenados, incluso con mesa y mantel, hoy dormirán en literas, aunque se han de valer del saco de dormir, pues no hay ni sábanas ni almohadas para todos. El hospitalero comenta que el peregrino ha de poseer espíritu de sacrificio hasta el fin del Camino. Mañana, a Santiago, a recoger la Compostela.
(No merece la pena recoger en esta crónica la presencia en Monte do Gozo de algún que otro alumno del IES a quien se le impidió acompañar a estos peregrinos en el Camino de Santiago, por su comportamiento y conducta incívicos. Sus padres, para compensarles su actitud, tuvieron el “digno y paternal” detalle de regalarles a sus dictadorzuelos esta dádiva. Su presencia fue molesta por muchas razones.)

Monte do Gozo, 7 de abril de 2006.



... Y SANTIAGO


            Henchidos de una indescriptible sonrisa, los peregrinos del IES Séneca se levantaron, como ha venido siendo habitual durante el peregrinaje, a las 7,30 h. Y las mismas nubes que les recibieron en Sarria son las mismas que les despiden en Monte do Gozo. Después de un desayuno nutritivo y jugoso y de realizar un breve ensayo de la actividad que iban a llevar a cabo en la Plaza del Obradoiro, salieron sobre las 9, 45 h con destino a Santiago. Esta vez el trayecto constó de unos 3 kms. Tanto deseo de llegar a su final acariciaban, que esa distancia fue enterrada en un santiamén. Al lugar llamado Porta itíneris Sancti Iacobi accedieron en torno a las 10, 30 h.
            En el camino, por las peculiaridades propias del sendero, los peregrinos formaban una fila interminable a cuyo paso las gentes y la ciudad entera se iban llenando de asombro y de extrañeza por la presencia de un grupo tan numeroso de peregrinos. Casi todos se hacían hablillas y preguntaban a su paso: “¿De dónde son ustedes?”. “¿Cuántos son?”. “¿Cómo han llegado?”. “¿Cuándo salieron?”. “¿Por  qué realizan el Camino de Santiago?”. Etc. Etc. En torno a las 11, 30 h estaban en la Plaza de la Inmaculada, en donde se prepararon para entrar media hora después en la Plaza del Obradoiro. Aquí tuvo lugar la apoteosis final, pues un espectáculo de movimiento y una exhibición de sonido y ritmo pusieron el broche de oro al peregrinaje que iniciaran hacía unos días. Parabienes, lágrimas, sonrisas, abrazos y aplausos fueron signos que hablaban por sí solos.
            Acto seguido, el director del centro, don José Luna, tomó la palabra para dirigirse con voz entrecortada y decirles que “no tenía palabras para describir y expresar todo el sentimiento que le abrumaba en aquellos momentos”. Y continuó diciendo que “sin el trabajo de todos los miembros que arrimaron el hombro para realizar aquel proyecto ilusionante este momento cenital que estamos viviendo ahora habría supuesto una frustración”. Por ello, terminó su intervención agradeciendo a todos el esfuerzo prestado.
            A continuación, hizo también uso de la palabra la delegada de Educación de la Junta de Andalucía de Córdoba, como representante máxima de la Educación en aquel acto. En su breve parlamento expresó que se había desplazado hasta Santiago para apoyar y dar aliento a todos los peregrinos del IES Séneca. También se refirió al esfuerzo que hubieron de consumar los peregrinos hasta ver coronados sus deseos. Dijo, igualmente, que “sin la disposición de los profesores que os han acompañado y del personal no docente este final habría resultado imposible”. Por ello, acabó manifestando que cree en la Escuela Pública y animó a los peregrinos con unos hurras que se hicieron dueños del Obradoiro.
            Después de posar la marea roja de peregrinos para algunos medios de comunicación, que arrancó los aplausos de turistas, padres y curiosos allí presentes, se dirigieron a oír la Misa del Peregrino, que fue concelebrada por varios sacerdotes de distintas nacionalidades y presidida por el Deán de la Catedral de Santiago. Don José María, en su homilía, dedicada principalmente a explicar el sentido de las Lecturas del día (una de las cuales fue leída por el alumno Curros, de 2º de bachillerato), no perdió la ocasión para dirigirse bastantes veces a los jóvenes peregrinos de Córdoba y animarles, y comentar y desarrollar con datos concretos las relaciones culturales e históricas entre Córdoba y Santiago de Compostela. Señaló que, si muchos estaban allí, era porque querían dar testimonio de su fe, y les alentó a que no perdieran la esperanza que seguramente habían recuperado ese día. Terminó su plática recordando aquel pensamiento del obispo de Hipona, que, traducido, dice: “Jóvenes, buscad a Cristo, si queréis permanecer jóvenes”.
            Una vez oficiada la misa, solemne en algunos momentos, un grupo de botaboleiros meció y columpió el botafumeiro ante la mirada atónita e incrédula de los peregrinos. El incienso subía a lo más alto del cielo como una acción de gracias y símbolo del perfume que ha de exhalar todo peregrino después de hacer el Camino de Santiago.
            La jornada en Santiago concluyó con el recibimiento de una representación de los peregrinos, encabezada por la delegada de Educación de la CEJA de Córdoba, por parte de la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santiago. La concejala de Cultura, en nombre del alcalde, quien no pudo recibir personalmente a dicha delegación por motivos de agenda, les dio la bienvenida y departió muy amablemente con ellos. Durante el tiempo que duró esta visita, la regidora gallega tuvo la deferencia de mostrarles y explicarles algunas de las dependencias del magnífico Pazo de Raxoi, actual sede del Concello de Santiago de Compostela, como el Salón Noble, regio y majestuoso, el Salón de Plenos, con modernas instalaciones, así como la balconada y la terraza, desde donde puede contemplarse un maravilloso entorno arquitectónico o un horizonte paisajístico adueñado por la Alameda o por el jardín dieciochesco de la Herradura.
            Tras la visita, la concejala de Cultura del Ayuntamiento de Santiago despidió a la representación cordobesa de peregrinos. Ellos agradecieron sumamente la atención dispensada y la invitaron a ir a Córdoba, donde sería agasajada como merece la institución que representa.
            Sobre las 1,30 h, y antes de partir para Córdoba, se les dio a los alumnos peregrinos tiempo libre para conocer un poco Santiago y poder almorzar o comprar algún regalillo para los seres queridos. Mientras tanto, los profesores y personal no docente aprovecharon para hacer una comida de confraternización. A los postres, uno (no quiso desvelar su nombre) de los componentes del grupo médico que acompañó a los peregrinos leyó unos versos compuestos por él, que, por su valor conceptual, profundo sentido y síntesis de lo vivido desde el inicio del proyecto de la realización del Camino de Santiago, merecen ser recogidos en esta crónica. Dicen así:

                                   Sólo cuando empiezas a soñar
                                   se cumplen los sueños.
                                   Sin sueños,
                                   el alma se llena de sombras,
                                   negras, grises, muertas,
                                   como hojas que caen en el invierno.

Salobreña, 10 de abril de 2006.

Archivo personal


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